lunes, 23 de septiembre de 2024

La brecha digital de género en las profesiones digitales


 El término brecha digital hace referencia a la situación de un colectivo social que no puede beneficiarse de las oportunidades que ofrece la tecnología, bien por no tener acceso a ella, bien por no tener las destrezas o conocimientos necesarios para hacer uso de los servicios o dispositivos, y, en consecuencia padece algún grado de exclusión. En el caso de la brecha digital de género estamos hablando de la diferencia que existe entre los hombres y las mujeres en relación con las oportunidades de acceso a los recursos digitales, su uso y la capacidad para adquirir las habilidades necesarias para el trabajo y la vida cotidiana en sociedades que hacen uso intensivo de la información y el conocimiento. 

La Comisión Europea lleva varios años publicando el informe Women in Digital Scoreboard con el fin de evaluar el grado de inclusión de las mujeres europeas en la sociedad digital. Se trata de un trabajo que establece un ranking de los distintos Estados miembro, comparando las distintas situaciones nacionales con la media comunitaria. En concreto, se basa en un panel de indicadores -procedentes del Índice de la economía y la sociedad digitales (Digital Economy and Society Index)- que establece el grado en que las niñas y las mujeres están incluidas en los trabajos digitales, las carreras y el emprendimiento. Los datos de los distintos países se agrupan en tres dimensiones: el uso de internet, las habilidades digitales y el empleo en sectores tecnológicos. 

 

En términos globales, en España la brecha digital de género es menor que la media de Europa; en el informe relativo a 2024, nuestro país ocupa la séptima posición y una puntuación de 64 sobre 100, siendo el valor medio de los Estados miembros de 54,8. En dos de las dimensiones citadas -el uso de internet y las habilidades digitales- se puede decir mirando estos datos que no existen diferencias destacables entre los españoles y las españolas. 

 

En los seis indicadores que construyen en epígrafe sobre el uso de internet, hombres y mujeres muestran prácticamente los mismos porcentajes, siendo las principales excepciones la formación online (un 31% de mujeres la realizan frente al 25% de hombres) y el uso de banca la electrónica (76% de hombres frente a 73% de mujeres). Tampoco existen notables diferencias en el ámbito de las habilidades digitales, aunque la proporción de hombres con habilidades por encima de las básicas supera por tres puntos porcentuales a la de mujeres (40% frente a 37%). 

 

La verdadera brecha de género aparece en el terreno de la formación y el empleo en profesiones tecnológicas, donde los cuatro indicadores que miden esta dimensión ofrecen una visión desoladora de la participación de las españolas. Así, solamente 13 mujeres por cada 1.000 se gradúan en carreras científicas y tecnológicas (STEM: Science, Technology, Engineering and Mathematics) frente al 33 hombres, y el porcentaje de graduadas en disciplinas relacionadas con las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) es de 0,6%, mientras que en los hombres es de 4,2%. De la misma manera, la tasa de especialistas TIC es del 1,7% entre las españolas y del 6,6% entre los españoles. Finalmente, dentro del sector tecnológico se ha detectado una brecha salarial del 7% entre trabajadores y trabajadoras. 

 

A la vista de estos datos, urge promover la incorporación de la mujer al sector de la tecnología digital, y, para ello, resulta imprescindible desarrollar programas de políticas y medidas concretas que adapten esta meta a las distintas etapas del curso de la vida. En las edades más tempranas, hay que centrar las acciones en la promoción del interés por las tecnologías desde la niñez, así como en apoyar la elección de estudios tecnológicos por parte de las jóvenes. 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta lo que quieras

 
Google Analytics Alternative