Allá por 1993, cuando me dedicaba a consultoría TIC y al desarrollo regional, siempre hablábamos en nuestros sesudos libros e informes sobre la globalización, sobre un mundo hiperconectado y sin barreras, que implicaba la desaparición de los mercados locales aislados y endogámicos. Los lustros siguientes parecían darle la razón a estas teorías, con la llegada de Internet, las redes sociales y la homogeneización de modas y costumbres a lo ancho y largo del globo. Pues bien, según el profesor de IESE Pankaj Ghemawat, esto no es del todo así: vivimos en un mundo mucho más pueblerino de lo que creemos.
En su último libro “World 3.0” (que no he tenido el gusto de leer), Ghemawat demuestra que nuestro mundo se halla en un estado muy bajo de globalización, lejos de esa visión –que él denomina “Mundo 2.0”-, de un planeta plano con una red global que permite trabajar en tiempo real independientemente de la geografía y la distancia. Este escenario estaría en conflicto con el “Mundo 1.0”, que es el de toda la vida: proteccionista e hiperregulado. Él defiende que nos hallamos en el “Mundo 3.0” que se caracteriza por una situación de semiglobalización.
Su tesis reposa sobre el hecho, que prueba con cifras, de que la mayor parte de la actividad económica no traspasa las fronteras nacionales. Resulta sorprendente, por ejemplo, que el volumen mundial de inversión extranjera (la que realizan las empresas de un país fuera de sus fronteras) no sobrepasaba el 3 por ciento en 2009. Solamente entre el 10 y el 25 por ciento de la actividad económica del mundo es internacional. El 80 por ciento de la inversión de capital de las empresas se realiza en sus propios países. Únicamente el 2 por ciento de los estudiantes lo hacen fuera de su país y menos del 20 por ciento del tráfico de Internet trasciende las fronteras nacionales. Las relaciones entre países son más estrechas cuanto más cerca están geográficamente (fronterizos) o si pertenecen a áreas de interés, común como la UE. La distancia diluye las relaciones.
No dejan de ser alucinantes lo datos que aporta y que ponen en entredicho la “visión oficial” de la actualidad, que ha sido condicionada por el deseo de unos (los que lo ven como una oportunidad para ganar inmensos beneficios) y por el miedo de otros (los que ven amenazada su forma de vida) a que sea así.
Pankaj Ghemawat sostiene que profundizar en el proceso de globalización puede traer grandes beneficios a la economía mundial en su conjunto, tanto la liberalización del comercio entre países creando mercados más libres y con menos barreras, como la libre circulación de trabajadores entre los estados. La integración aumentaría la prosperidad general.
ues estoy bastante de acuerdo con Ghemawat. Nunca he comprendido las fronteras, en ninguno de sus sentidos. Comprendo que es mas fácil gestionar un espacio delimitado y por tanto deben de existir, pero me parece imprescindible la permeabilidad de las mismas.
ResponderEliminarÉse fue el espíritu que inspiró la Unión Europea, ahora en entredicho, la eliminación de fronteras favorecería al conjunto (aparte de conseguir que Francia y Alemania dejasen de guerrear mutuamente cada 50 años). Por cierto, ¿quién eres? Por el nick supongo que te tengo bastante cerca... Gracias por el comentario.
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