martes, 7 de diciembre de 2010

Arrugas en el tiempo


George F. Smoot recibió el Premio Nobel de Física en 2006 por sus descubrimientos acerca de la radiación de fondo del Big Bang, gracias a las mediciones realizadas por medio del satélite COBE. Todo el proceso de estudio y las peripecias que lo acompañaron fueron relatados en el libro de divulgación de sugerente título “Arrugas en el tiempo”. En él, Smoot expone la paradoja a la que se enfrentaban antes de sus descubrimientos: si en los primeros momentos tras el nacimiento del universo, es decir tras el Big Bang, toda la energía y posteriormente la materia estaba distribuida uniformemente en el espacio-tiempo (hipótesis comúnmente aceptada por la astrofísica), ¿cómo había podido concentrarse para formar galaxias y otros objetos, y en general, el universo tal y como lo conocemos ahora?  Ese planteamiento impedía concebir concentraciones de materia que pudiesen generar campos de gravedad importantes para poder  configurar el firmamento que nos envuelve.

La física actual concibe que todo objeto con masa “deforma” el espacio-tiempo. El los artículos de divulgación se suele representar gráficamente de forma simplificada como una pelota hundiéndose en un plano. El descubrimiento de Smoot al analizar los datos de COBE y poder construir un “mapa” del universo primigenio fue precisamente que la materia y la energía no se distribuían uniformemente en los primeros instantes del cosmos, sino que se producían lo que el llama poéticamente “arrugas en el espacio-tiempo”, zonas de concentración que permiten explicar la generación de estrellas y galaxias.

Desde que leí el libro de Smoot he estado tentado de aplicar el concepto de las “arrugas en el tiempo” a las relaciones sociales y la vida en sociedad en sentido amplio. Considero que todo el mundo debe sentir el derecho a ser reconocido en la sociedad, a sentirse alguien especial, a “deformar” el tejido social con su personalidad. No existen dos personas iguales y por tanto toda persona es valiosa.

Los medios sociales han promovido y acentuado el que las personas “deformen el tejido social”, que se den a conocer en otros círculos sociales más allá de los meramente físicos, que encuentren otra gente afín a sus gustos, que puedan compartir sus creaciones (textos, vídeos, fotos, ideas…) o las de otros, y en suma, que puedan agruparse y relacionarse con personas de cualquier lugar del mundo, creando “arrugas en el espacio-tiempo social”, o lo que es lo mismo, superando la uniformidad y los límites de relación impuestos por la proximidad.

3 comentarios:

  1. Haciendo el mismo ejercicio que tú, siempre he imaginado el tiempo como una cinta plana, que se mueve suavemente, sin ninguna dirección y de tanto en tanto se tocan dos fragmentos solapándose dos tiempos lejanos.

    Por otra parte considero que la vida es una sucesión de etapas y ni si quiera el mismo individuo es igual así mismo en la cinta del tiempo.

    Todos tenemos derecho a ser reconocidos en la sociedad, a deformar el tejido social con nuestra personalidad, sea esta la que sea.
    Nada mas divertido que dejarse sorprender por la arruga que provocan los de nuestro alrededor en el tejido especio-tiempo.

    Vamos que estoy totalmente deacuerdo con vos. La arruga es bella!

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  2. Gracias María. Me gusta lo de la arruga es bella, je je je

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  3. Ya sabes que el que no se consuela es porque no quiere :))

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