A pesar de resultar una
tecnología incipiente, que no siempre es bien entendida, la penetración de
blockchain avanza a paso firme. Según datos que publica IDC, en Europa está previsto
que este mercado crezca un 47% entre 2020 y 2024, superando los 4 000 millones
de euros. A pesar de que las cadenas de bloques han conocido su despegue
especialmente en el sector financiero, se espera que en este importante
crecimiento participen otro tipo de actividades, como la distribución, la
logística y otros servicios, así como la fabricación manufacturera. De esta
forma, las predicciones establecen que un 17% de las organizaciones del sector
logístico se asociarán con empresas de servicios en el año 2025 con el fin de
integrar blockchain con plataformas de internet de las cosas y poder registrar
así los datos intercambiados en comunicaciones M2M.
Con todo, las finanzas seguirán haciendo un uso intensivo de las tecnologías de registro distribuido, de manera que IDC vaticina que, en dicho año, el 20% de los préstamos al consumo se transferirá en una moneda digital del banco central, y la banca institucional o corporativa habrá incorporado al 20% de sus clientes en este tipo de plataformas.
Uno de los retos a los que se enfrenta el futuro de blockchain es lograr que se comprenda su utilidad y su potencial en el seno de una organización. No es otra cosa que una tecnología que permite tener un sistema de registros distribuido a través de la red –es decir, no encerrado en una base de datos centralizada-, que permite que todos los miembros participantes en dicha red pueden ver las transacciones que tienen lugar en la misma. La privacidad del sistema es completa, pues todas las transacciones son fiables, están autentificadas, y se pueden verificar en cualquier momento. Además, las cadenas de bloques permiten realizar contratos inteligentes, es decir, transacciones o hitos que quedan registrados de forma automática, sin intervención humana, una vez que se produce cierta condición especificada de antemano.
Aunque generalmente al oír hablar de blockchain lo primero que nos viene a la cabeza en Bitcoin y el mundo de las criptodivisas, lo cierto es que los campos de aplicación de esta tecnología son muy amplios y, además, no paran de crecer. La logística es una actividad en la cual las cadenas de bloques pueden ofrecer información en tiempo real y exacta acerca de dónde está cada componente de una cadena de suministro. Un ejemplo de este caso de uso es BAWS (Blockchain Automated Warehouse System) de la empresa Vestigia, un sistema que mezcla IoT y blockchain para certificar la trazabilidad de productos a través de la cadena de suministro.
La verificación de la identidad digital -por ejemplo, de usuarios y dispositivos- es otro terreno en el que las cadenas de bloques pueden aportar fiabilidad y seguridad, y proyectos como Digitalis, en el que intervienen socios como Repsol, Cepsa o MAPFRE, parten de una plataforma para la creación y gestión de identidades digitales de personas y organizaciones, aplicada a procesos corporativos. También en el sector inmobiliario es aplicable esta tecnología, por ejemplo, para la verificación de tasaciones, como el servicio que ha creado ATValor, o para ofrecer toda la información al detalle y en cada momento sobre promociones, como la plataforma De Confianza de Metrovacesa.
En la
industria agroalimentaria es muy relevante la certificación de origen y el
control de calidad de los productos, y, en este sentido, Campofrío utiliza
blockchain para la trazabilidad del jamón ibérico Navidul, desde su mismo
origen hasta que llegan al consumidor, y ZenithWings tiene una solución para
garantizar el proceso digital de certificación de vinos. Igualmente, en las
fábricas, que son entornos basados en procesos productivos complejos en los que
intervienen muchos componentes, las tecnologías de registro distribuido pueden
dar trazabilidad de extremo a extremo de cada una de las acciones, eventos y
situaciones que pueden producirse en el proceso de fabricación.
Pero las aplicaciones de las cadenas de bloques van más allá de estos pocos ejemplos, y se extienden a la educación, garantizando la autenticidad de las acreditaciones académicas de una persona a lo largo de su vida, y también a la gestión de recursos humanos, estableciendo la trazabilidad de la carrera profesional del empleado; o a las industrias culturales, almacenando en cada momento los derechos de propiedad intelectual y el pago de derechos de autor. En suma, cualquier actividad que demande un registro veraz, transparente y seguro de hitos o transacciones se verá beneficiada por la tecnología blockchain.