viernes, 20 de septiembre de 2013

De cómo nos robaron el estado de bienestar

Cuando algunos comienzan a lanzar las campanas al vuelo identificando, o creyendo identificar, una tímida recuperación de la economía española conviene preguntarse qué queda del país que conocimos antes de la crisis y en qué medida las políticas de austeridad y recortes han destruido la España edificada en la transición, que perseguía fomentar la igualdad de oportunidades y la movilidad social, por lo menos como una voluntad colectiva.

Este ejercicio lo ha realizado en el diario El País el sociólogo de la Universidad Carlos III de Madrid José Antonio Gómez Yáñez, a través del artículo ¿Recuperación o un nuevo modelo social?

La clave para entender este proceso es que la recuperación de las macromagnitudes no devuelve a la economía al punto de partida, como en una recesión normal, sino que retrocede a niveles existentes años atrás, y lo que es más importante, presentando importantes cambios en la distribución de la renta y la riqueza, aumentado la desigualdad.

De hecho, cuando realmente comience el crecimiento éste no va  a mejorar la situación de amplias capas de la sociedad, las más débiles. Gran parte de aquellas circunstancias que intentaban corregir la desigualdad han desaparecido con la crisis, o bien han perdido peso dentro de las agendas de los poderes públicos o están en cuestión.

La “necesaria” flexibilización del mercado laboral supone desproteger al trabajador; el exceso de mano de obra desempleada garantiza la congelación e incluso la reducción de las retribuciones de los asalariados, y en cualquier caso la perdida de poder adquisitivo; los sistemas de protección social en lugar de reforzarse en los tiempos duros están siendo gradualmente desmontados.

El autor del artículo subraya el pesimismo actual de la población: el 51% piensa que dentro de seis meses estará igual que ahora y un 37% opina que estará peor. El modelo de “mejora intergeneracional”, en el que cada generación tienen un nivel de vida mejor que la anterior, se rompe: los jóvenes actuales van a vivir peor que sus padres. Y para colmo la corrupción generalizada y el distanciamiento de la clase política respecto de los problemas del ciudadano medio ha derivado en una desconfianza y una aversión hacia los poderes públicos y las instituciones nacionales.

Es un cambio de modelo económico, que ha cuajado en los últimos tres años, en el que porcentajes importantes de la población han adquirido una gran sensación de inseguridad en la que el futuro se muestra imprevisible y potencialmente peor que el presente. El fantasma de la perdida del empleo, del empobrecimiento, de una vejez casi indigente… cada vez adquiere mayor solidez.

Ante estas expectativas es lógico que el consumo interno se contraiga, que nadie se “arriesgue” a consumir, especialmente bienes como los automóviles o los inmuebles que implican endeudarse para el futuro, lo que está minando seriamente la posibilidad de iniciar una recuperación económica seria y fuerte.

Gómez Yáñez concluye:

“En suma, lo que perciben los ciudadanos es un cambio en los patrones de acumulación y distribución de los recursos. Una economía puede crecer de distintas maneras, pero esta recuperación supone la estabilización de un nuevo modelo de crecimiento en el que las fuerzas sociales se distribuyen de manera más desigual que hace cinco años en detrimento de la mayoría; tanto en el trabajo como en el consumo, en prestaciones sociales y en poder social”.

¿Realmente la derecha europea neoliberal quiere volver a la sociedad clasista tradicional? El Nobel de economía Paul Krugman afirma que sí en su blog, en concreto en el post del 17 de septiembre titulado No estés hastiada, Francia.

Relata Krugman como Francia ha llevado una política de austeridad fiscal mucho más intensa de la que debería haber aplicado de acuerdo con su situación económica. Ha hecho los deberes más allá de lo exigible, pero… en vez de recortar el gasto público ha aumentado los impuestos, eliminando su déficit primario estructural.

Y ¡oh, sorpresa! En vez de recibir felicitaciones y alabanzas desde la Comisión Europea es regañada con furia por el comisario Olli Rehn que afirma que la moderación fiscal debe provenir de recortes del gasto, no de aumento de ingresos. Se ha delatado y ha delatado todo el plan neoliberal al que hemos sido sometidos. Cedo la palabra a Krugman que lo explica mejor que yo:

Pero sin duda, la cuestión más importante aquí es que Rehn se ha quitado la careta. El tema no es la responsabilidad fiscal; nunca lo fue. La cuestión siempre ha sido exagerar los peligros de la deuda para desmantelar el Estado de bienestar. ¿Cómo se atreven los franceses a tomarse al pie de la letra las preocupaciones sobre el déficit, y por otro lado negarse a rehacer su sociedad siguiendo las líneas neoliberales?”   

Por mi parte sólo me queda añadir VIVA LA FRANCE

jueves, 12 de septiembre de 2013

Tecnología educativa emergente que pronto veremos en el aula


La educación, al igual que cualquier otro ámbito social, sufre poco a poco la penetración del mundo digital. Al principio solamente los evangelistas de Internet defendían la presencia de la tecnología en el aula; hoy nos damos cuenta de que es un proceso inevitable y hasta lógico. ¿Acaso no se ha digitalizado la operativa bancaria y comercial? ¿No compramos, trabajamos y nos divertimos por Internet? ¿Por qué entonces no podemos utilizar las redes y las herramientas digitales para enseñar?

En este sentido Saint Xavier University de Chicago ha desarrollado una interesante infografía, que reproduzco al final del post, identificando seis tecnologías emergentes, o conceptos tecnológicos, que a juicio de los autores estarán presentes en las aulas en los próximos años.

De impacto más inmediato en los centros escolares, la infografía destaca los siguientes elementos:
  • Cloud computing. Trabajar on line, “en la nube”, en vez de en modo local en nuestro propio dispositivo. Presenta dos ventajas principalmente: que permite a docentes y alumnos colaborar y trabajar en grupo, y por otro lado, que al utilizar recursos compartidos en red supone un ahorro de recursos físicos (software y aplicaciones principalmente) y dinero.
  • Tecnología móvil. Cada vez se detectan más ventajas de trabajar con dispositivos móviles (tablets, smartphones…) en vez de con ordenadores tanto fijos como portátiles, pues son más baratos y necesitan menos infraestructura de apoyo.
  • Gaming. Utilizar el juego a través de aplicaciones web como un recurso educativo.
  • Contenido abierto. Existe una tendencia cada vez más fuerte de desarrollar contenidos abiertos para ponerlos a disposición de todos. Se trata de contenidos publicado bajo una licencia no restrictiva y bajo un formato que permita explícitamente su copia, distribución y modificación. Los colegios, y especialmente los docentes más geek, progresivamente apuestan por crear su propio contenido educativo y compartirlo libremente en las redes.
La infografía hace alusión también a dos factores adicionales que pueden empezar a estar presentes en la educación en un plazo algo más largo de cuatro o cinco años:
 
  • Analíticas de aprendizaje. Esta disciplina trata acerca de recoger huellas que los estudiantes van dejando y utilizar esas huellas para mejorar el aprendizaje. A medida que el aprendizaje avanza por las redes recogemos más huellas. Y esos inmensos volúmenes de datos pueden ser aprovechados, gracias a la analítica, para sintetizar en un cuadro de mando todas las medidas de un estudiante. Dejo enlazado aquí un post que escribí sobre el tema.
  • Entornos personales de aprendizaje. La tecnología nos permitirá crear una enseñanza específica para cada estudiante, adaptada a sus necesidades personales. La forma que este fenómeno adquirirá no está clara pero las posibilidades que ofrece se presentan como muy interesantes.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Siria: otra vez lo peor de nosotros mismos

En marzo de 2011 publiqué aquí el texto que sigue cuando los EE.UU., con la complicidad de los pelotas de siempre, comenzó a bombardear Libia. Ahora que están (estamos) a punto de derramar fuego sobre Siria recupero lo que escribí entonces. Sustitúyase Libia por Siria y Gadafi por El Asad y vale igual. "When we will ever learn?", que cantaba Pete Seeger...

 Hoy le he vuelto a echar mucho de menos cuando he bajado a comprar el periódico y me he enfrentado al titular que anunciaba que los aliados han bombardeado Libia. Estoy completamente de acuerdo en que hay que parar a la bestia esa que es Gadafi, pero no puedo dejar de tener la sensación de que como en otras guerras “necesarias” –aquel octubre en que empezaron a caer las bombas sobre Afganistán o cuando los misiles surcaban como bengalas el cielo nocturno de Bagdad-, hemos vuelto a fallar moralmente, hemos liberado de nuevo la barbarie, en suma, ha aflorado una vez más lo peor de nosotros mismos. 

Me siento orgulloso cuando militares españoles se traen a nuestro país a un niño afgano para operarle de una enfermedad que en su país le condenaría necesariamente a la muerte, pero me produce malestar y desasosiego leer que un F-18 “de los nuestros” ha destruido una columna de blindados libios. Lo siento, pero creo que otro mundo es posible.

Él también lo creía así y se esforzaba por proclamarlo a los cuatro vientos aprovechando su fama, a través de mensajes directos y sencillos: dadle una oportunidad a la paz. Reconocía que a muchos les podía parecer una postura soñadora, pero también que él no era el único que pensaba así, que hay muchos otros que creen que hay otra forma de hacer las cosas y de vivir en la tierra que no impliquen la destrucción y la violencia.

The Beatles fue quizá el primer fenómeno global que demostró que a los habitantes de este planeta perdido en la periferia de la galaxia hay más cosas que nos unen de las que nos separan. Independientemente de que vivamos en Bogotá, San Francisco, Osaka, Nairobi o Salmeroncillos, todos sentimos una euforia espontánea y una sensación de bienestar al escuchar los acordes de “She Loves You”, aunque no entendamos la letra, que por otra parte es intrascendente. A todos nos une un mismo sentimiento a través de esa música.

Las redes sociales son otro factor de globalización de principios de este milenio. Las redes han permitido que las personas se conecten entre sí y que se comuniquen; han estrechado el mundo salvando distancias geográficas. A pesar de los hackers, piratas, pederastas, y estafadores diversos que los pueblan, los medios sociales son un paso positivo para la humanidad, pues se basan en los principios implícitos y no impuestos de Conversar, Compartir y Colaborar, que a su vez se pueden declinar en Empatizar, Ayudar y Construir. Nos permiten acercarnos a otras realidades y llegar a comprender a los demás, por lejos que vivan de nosotros. Y otra vez ponen en evidencia que no somos tan distintos, que todos compartimos los mismos sueños y aspiraciones, los mismos sentimientos.

A veces pienso que en muchos casos las redes sociales sacan lo mejor de nosotros quizá por su filosofía social (válgame la redundancia) que nos relaciona con otras personas. Por eso no entiendo cómo podemos estar construyendo dentro del mundo virtual y destruyendo fuera de él, si somos los mismos dentro que fuera. ¿A qué se deberá esa dicotomía tan Jekyll y Hyde?

Mi primera experiencia proto-2.0 tuvo lugar a finales de la década de los 90 cuando me inscribí en una lista de distribución, Raindogs, en torno a la figura y la obra del músico Tom Waits. Para el que no se acuerde, las listas de distribución eran sistemas de comunicación asíncrona en los que los usuarios que mandaban correos electrónicos que eran distribuidos automáticamente al resto de los miembros. Raindogs estaba integrada por mucha gente de EE.UU. y no poca de distintos países de Europa. También había japoneses y hasta un taxista australiano que nos divertía y enternecía a la par con sus anécdotas sobre sus noches “apatrullando” Melbourne. En mi caso, mi motivación principal para darme de alta era estar informado sobre lanzamientos discográficos y anécdotas de mi idolatrado Waits. Sin embargo, poco a poco la música fue quedando de lado y lo que primaba eran las conversaciones sobre las vidas de los miembros, nuestras vidas, y ¡oh sorpresa!, resulta que aparte de la música todos compartíamos innumerables cosas; nuestras existencias no eran tan distintas a pesar de lo distante (perdón por la aliteración).

Después de los atentados de las Torres Gemelas, a través de la lista, los que vivíamos fuera de Estados Unidos pudimos conocer de primera mano detalles de lo que estaba ocurriendo en el país, anécdotas que no aparecían en periódicos ni noticiarios, y lo que es más importante, pudimos compartir con nuestros amigos americanos su profundo dolor y desolación. Por desgracia los madrileños lo experimentamos en nuestras propias carnes unos años más tarde.

Hoy él de seguir vivo hubiera manifestado el mismo malestar que siento yo ante el nuevo triunfo de la barbarie. Probablemente hubiera aparecido en los medios de comunicación explicando que no nos tenemos que resignar ante la violencia, que no debemos aceptarla como un mal menor, que podemos construir un mundo distinto en el que haya sitio para todos. Una vez dijo, no recuerdo dónde, “por alguna razón que no comprendo la gente hace lo que yo digo. Bueno pues yo digo: PAZ”. Se puede decir más alto pero no más claro.

Joder, Lennon, no sabes cómo te echo hoy de menos.

martes, 3 de septiembre de 2013

La innovación en el ADN de tu empresa

Algo está cambiando en el concepto que los directivos de las empresas tienen de la innovación. De ser tradicionalmente concebida como un concepto chic de lujo que nos hace parecer modernos, ahora se ve como una necesidad inseparable de la actividad cotidiana de la compañía.

Esta es la principal conclusión que se desprende de la encuesta realizada por Pwc a 246 CEOs de todo el mundo y que recoge el informe Unleashing the Power of Innovation, que se puede traducir como “liberando el poder de la innovacion”. A través de una serie de preguntas se indaga sobre lo que opinan los directivos de la innovación y de su papel dentro de la empresa.

El principal hallazgo del trabajo es que la innovación ha ido escalando puestos en el ranking de prioridades de los ejecutivos, desde el año 2009 en que se realizó el estudio por última vez, hasta el punto de que más de la mitad de los encuestados considera que la innovación es una de sus prioridades y que en su organización son buenos a la hora de generar nuevas ideas y enfoques. Por otro lado, casi el 65% equipara en importancia la innovación con la eficiencia operativa de cara a asegurar el éxito del negocio.

Un segundo elemento es que, a diferencia del pasado, le innovación no se concentra en la mejora de productos o en crear otros nuevos, sino que trasciende ese ámbito alcanzando otros aspectos corporativos, como por ejemplo, el modelo de negocio o la experiencia de cliente. La innovación se concibe como algo más amplio que poco a poco alcanza todos los entornos de la empresa. No es algo aislado y acotado al área de I+D: afecta a todos los departamentos, como dice un entrevistado: “The key ingredient is creating an organisational culture that encourages innovation in all areas.”

Al ser preguntados sobre los ingredientes que necesita una empresa para ser innovadora, los CEOs encuestados destacaron, por encima de todo, una cultura corporativa adecuada para amparar y apoyar la innovación. Además, resaltan un fuerte liderazgo visionario, y en tercer lugar, la voluntad de desafiar las normas de la empresa y de asumir riesgos.

Otro tema de discusión son las barreras que encuentra el directivo a la hora de innovar, y dos aparecen como las principales: la falta de recursos financieros y la cultura de la organización. Sin duda la segunda se nos presenta como la más difícil de superar.

Finalmente, los autores del informe plantean a los directivos cinco aspectos clave que determinan, a su modo de ver, el carácter decididamente innovador de una empresa. Son los siguientes:

  1. ¿Tu forma de innovar refleja tu visión y apetito de innovación?
  2. ¿Con qué grado de efectividad estás articulando tu visión y apetito de innovación hacia empleados, inversores y socios?
  3. ¿Tus empleados conciben como una parte crucial de su puesto laboral la promoción y ejecución de nuevas ideas?
  4. ¿Son los procesos de toma de decisiones y de movilización organizativa lo suficientemente rápidos como para poner nuevas ideas en el mercado antes que los competidores?
  5. ¿Con qué efectividad mides el retorno de la inversión y la habilidad para satisfacer nuevas necesidades de los clientes?
 
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