De la mecánica cuántica teórica
al prototipo real, la computación cuántica está dando el salto del mundo
académico a la solución a problemas reales de la ciencia y la economía. La
integración de la computación clásica con la cuántica y con la inteligencia
artificial constituirá la mayor revolución informática de los últimos sesenta
años. Esta década ha sido bautizada como la Década Cuántica, pues es ahora
cuando las empresas comienzan a ver esta tecnología como una solución de
negocio.
El inmenso poder de esta forma de
computación reposa sobre dos propiedades de la mecánica cuántica: la
interferencia y el entrelazamiento. El principio de interferencia permite al
ordenador cuántico suprimir soluciones no deseadas y solo presentar las
correctas. A medida que procesa simultáneamente todos los valores posibles de
los datos de entrada (valores denominados superposiciones, pues, a diferencia
de los bits clásicos que deben adoptar 1 o 0, los cúbits pueden adoptar
simultáneamente 1 y 0), el número de operaciones disminuye considerablemente.
El entrelazamiento, por su parte, implica que el estado combinado de los cúbits
(los bits cuánticos) contiene más información de la que contienen los cúbits
independientes. Estos dos principios no tienen ninguna analogía en la informática
clásica.
No obstante, la computación
cuántica no reemplazará a la clásica, sino que la potenciará y complementará.
Incluso en el caso de los problemas que un ordenador cuántico puede resolver
mejor, harán falta los ordenadores convencionales, porque la entrada y salida
de datos continuará haciéndose de la forma tradicional.
La próxima gran revolución de la
informática tiene lugar cuando se combinan la computación cuántica con la
clásica y con la inteligencia artificial. Las sinergias que emanan de esta
tríada guiarán el futuro de la computación.
En el medio plazo, se espera que
la computación cuántica sea capaz de resolver tres tipos de problemas:
- Simulación, modelizar sistemas y procesos que
tienen lugar en la naturaleza.
- Búsqueda y mapeo, implica buscar la solución
mejor o la óptima en una situación susceptible de tener numerosas
respuestas.
- Problemas algebraicos, incluyendo
aplicaciones para el machine learning o aprendizaje
automático.
Poco a poco, la computación
cuántica va generando soluciones concretas que irán teniendo un impacto
significativo en distintos sectores de actividad. Deloitte identifica tres
aplicaciones clave en las que esta tecnología aportará mejoras en términos de
eficiencia en las empresas y organizaciones de distintos sectores: la
optimización de algoritmos, la ciencia de datos y los modelos matemáticos, y la
química cuántica y la ciencia de los materiales.
Los algoritmos de optimización
persiguen identificar la mejor solución o el mejor proceso, entre distintas
opciones posibles. Un ejemplo de esto es la búsqueda de las mejores rutas para
vehículos de mercancías, usando para ello datos en tiempo real, algo que ya
está estudiando la empresa ExxonMobil para la gestión de las rutas de su flota
mercante de más de 50 000 naves.
Las empresas utilizan los
macrodatos para intentar establecer patrones que les permitan predecir el
comportamiento futuro de un sistema -por ejemplo, el mercado de un bien
concreto o la evolución de valores financieros-, o a solucionar un problema
específico. El uso de cada vez mayores volúmenes de datos y de información en
tiempo real a corto plazo pondrá en evidencia las limitaciones de la
informática convencional, y la necesidad de utilizar ordenadores cuánticos para
realizar en poco tiempo tareas y operaciones que escapan a la capacidad de los
anteriores. Este tipo de modelos intensivos en datos es utilizado especialmente
en sectores como el financiero y el asegurador en temas como el credit
scoring (la calificación de una operación de riesgo financiero),
valoración de activos o el análisis del riesgo en inversiones, entre muchos
otros.
Finalmente, la computación
cuántica puede aportar mucho en el terreno de la química y de los materiales,
dada la incapacidad de los ordenadores actuales para llevar a cabo
eficientemente los cálculos necesarios que requieren el estudio de la
estructura molecular y sus propiedades, la predicción del comportamiento de los
materiales, o el conocer cómo variará este con la menor alteración molecular.
Las computadoras cuánticas podrán construir y manejar los modelos moleculares
con absoluta precisión, abriendo la puerta a grandes avances en el terreno del
estudio y desarrollo de los materiales, y también en la creación de nuevos
medicamentos.
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