lunes, 4 de septiembre de 2023

Internet es la televisión del siglo XXI

 


El mercado audiovisual ha experimentado profundos cambios a lo largo de las últimas décadas. Los avances en la tecnología digital han introducido nuevos formatos para ofrecer contenidos, trastocando los modelos de negocio y abriendo la competencia a agentes procedentes de otros sectores de actividad y a compañías de muy reciente creación, que conviven con las empresas tradicionales de radiodifusión en un entorno con unas reglas muy distintas de las que conoció el siglo XX. Hoy en día van marcando el paso del sector globalmente nombres como Netflix, una antigua empresa de alquiler de vídeo, Amazon, un gigante del comercio electrónico y plataforma de sistemas informáticos, HBO, que nació como canal de televisión por cable, Apple TV, propiedad de una compañía de software, o Disney +, creada por una productora de cine infantil y juvenil.

Desde el punto de vista tecnológico, el mundo ha pasado de la televisión analógica (terrestre, por satélite o por cable), a la digital en sus múltiples formatos: televisión en abierto, televisión digital terrestre (TDT), por satélite, televisión por IP, servicios de vídeo bajo demanda OTT… Internet se ha convertido en un canal fundamental para ofrecer servicios audiovisuales, aprovechando la revolución que han conocido las telecomunicaciones en términos de ancho de banda (fibra óptica, 4G y 5G), que permiten el consumo en formato streaming. Se trata de una modalidad que se ha posicionado como la preferida a lo largo de la pasada década.

También desde la perspectiva de los modelos de negocio el momento actual presenta un variado espectro de opciones. La televisión en abierto sigue dependiendo de los ingresos publicitarios, pero a veces ofrece contenidos premium de pago (por ejemplo, en España están Mitele Plus de Mediaset y Atresplayer Premium de Atresmedia). Las operadoras de telecomunicaciones ofrecen televisión por IP como un plus de sus servicios de conectividad, y en ocasiones -como ocurre con Movistar+-, combinan la suscripción con la publicidad como formas de obtener ingresos. Las principales plataformas OTT (Over-The-Top), como Netflix y HBO, funcionan bajo el modelo SVOD (Suscription Video On Demand), es decir, basando el servicio en los pagos por suscripción sin incluir publicidad, si bien en el escenario actual se plantea que algunas de estas empresas comiencen a ofrecer en paralelo contenidos de forma gratuita o a una cuota menor, pero incluyendo anuncios. Tanto Netflix como Disney+ lanzaron su versión “básica con anuncios”, a finales de 2022 en EE.UU., y en el primer caso ya se ofrece en España, mientras que la de Disney llegará en noviembre de este año. En el caso de Amazon, su servicio de vídeo está ligado a la suscripción a su servicio Prime que garantiza la entrega rápida de las compras realizadas. En suma, hay casi tantos modelos como players.

La importancia que ha adquirido internet como canal de consumo de contenidos audiovisuales queda patente en el siguiente dato que ofrece IAB: en España, el 82% de los internautas de entre 16 y 75 años utiliza servicios de contenido audiovisual a través de internet para TV, independientemente del dispositivo de acceso. Se trata de una cifra de población que supera los 27 millones de usuarios. Como es de esperar, este comportamiento no es homogéneo entre la población de distintas edades, y son los jóvenes los que más uso hacen de la televisión conectada (87% de los menores de 30 años), y los mayores los que menos (77% de los mayores de 50).

Otro dato interesante que ofrece el informe de IAB es la relevancia que han adquirido las plataformas digitales -como Netflix, HBO o Atresplayer, por poner tres ejemplos-, puesto que el 87% de los usuarios consumen contenidos por ese medio. Los canales de TV a través de plataforma de televisión en APP (servicio de streaming o STB de operadora), como pueden ser Movistar+ o Orange TV, tienen una difusión mucho menor, dado que solo son utilizados por el 42% de los encuestados. Hay que advertir no obstante que estos últimos son servicios audiovisuales asociados generalmente a los paquetes integrados comercializados por las operadoras, que incluyen además conectividad fija y móvil, por lo que no están abiertos a cualquier usuario de internet como ocurre con las plataformas OTT.

 

1 comentario:

  1. ¡Hola! "Excelente análisis de la transformación del sector audiovisual. La irrupción de las plataformas OTT ha revolucionado nuestros hábitos de consumo, pero ¿cómo crees que evolucionará este panorama en los próximos años? ¿Qué papel jugarán tecnologías como la realidad virtual y aumentada en la experiencia audiovisual? ¿Y cómo se adaptarán las empresas tradicionales a este nuevo escenario? Yo disfruto del IPTV PREMIUM que me sirve para estas labores.

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