El mercado audiovisual ha
experimentado profundos cambios a lo largo de las últimas décadas. Los avances
en la tecnología digital han introducido nuevos formatos para ofrecer
contenidos, trastocando los modelos de negocio y abriendo la competencia a
agentes procedentes de otros sectores de actividad y a compañías de muy
reciente creación, que conviven con las empresas tradicionales de radiodifusión
en un entorno con unas reglas muy distintas de las que conoció el siglo XX. Hoy
en día van marcando el paso del sector globalmente nombres como Netflix, una
antigua empresa de alquiler de vídeo, Amazon, un gigante del comercio
electrónico y plataforma de sistemas informáticos, HBO, que nació como canal de
televisión por cable, Apple TV, propiedad de una compañía de software,
o Disney +, creada por una productora de cine infantil y juvenil.
Desde el punto de vista
tecnológico, el mundo ha pasado de la televisión analógica (terrestre, por
satélite o por cable), a la digital en sus múltiples formatos: televisión en
abierto, televisión digital terrestre (TDT), por satélite, televisión por IP,
servicios de vídeo bajo demanda OTT… Internet se ha convertido en un canal
fundamental para ofrecer servicios audiovisuales, aprovechando la revolución
que han conocido las telecomunicaciones en términos de ancho de banda (fibra
óptica, 4G y 5G), que permiten el consumo en formato streaming. Se
trata de una modalidad que se ha posicionado como la preferida a lo largo de la
pasada década.
También desde la perspectiva de
los modelos de negocio el momento actual presenta un variado espectro de opciones.
La televisión en abierto sigue dependiendo de los ingresos publicitarios, pero
a veces ofrece contenidos premium de pago (por ejemplo, en
España están Mitele Plus de Mediaset y Atresplayer Premium de Atresmedia). Las
operadoras de telecomunicaciones ofrecen televisión por IP como un plus de sus
servicios de conectividad, y en ocasiones -como ocurre con Movistar+-, combinan
la suscripción con la publicidad como formas de obtener ingresos. Las
principales plataformas OTT (Over-The-Top), como Netflix y HBO,
funcionan bajo el modelo SVOD (Suscription Video On Demand), es decir,
basando el servicio en los pagos por suscripción sin incluir publicidad, si
bien en el escenario actual se plantea que algunas de estas empresas comiencen
a ofrecer en paralelo contenidos de forma gratuita o a una cuota menor, pero
incluyendo anuncios. Tanto Netflix como Disney+ lanzaron su versión “básica con
anuncios”, a finales de 2022 en EE.UU., y en el primer caso ya se ofrece en
España, mientras que la de Disney llegará en noviembre de este año. En el caso
de Amazon, su servicio de vídeo está ligado a la suscripción a su servicio
Prime que garantiza la entrega rápida de las compras realizadas. En suma, hay
casi tantos modelos como players.
La importancia que ha adquirido
internet como canal de consumo de contenidos audiovisuales queda patente en el
siguiente dato que ofrece IAB: en España, el 82% de los internautas de entre 16
y 75 años utiliza servicios de contenido audiovisual a través de internet para
TV, independientemente del dispositivo de acceso. Se trata de una cifra de
población que supera los 27 millones de usuarios. Como es de esperar, este
comportamiento no es homogéneo entre la población de distintas edades, y son
los jóvenes los que más uso hacen de la televisión conectada (87% de los
menores de 30 años), y los mayores los que menos (77% de los mayores de 50).
Otro dato interesante que ofrece
el informe de IAB es la relevancia que han adquirido las plataformas digitales
-como Netflix, HBO o Atresplayer, por poner tres ejemplos-, puesto que el 87%
de los usuarios consumen contenidos por ese medio. Los canales de TV a través
de plataforma de televisión en APP (servicio de streaming o
STB de operadora), como pueden ser Movistar+ o Orange TV, tienen una difusión
mucho menor, dado que solo son utilizados por el 42% de los encuestados. Hay
que advertir no obstante que estos últimos son servicios audiovisuales
asociados generalmente a los paquetes integrados comercializados por las
operadoras, que incluyen además conectividad fija y móvil, por lo que no están
abiertos a cualquier usuario de internet como ocurre con las plataformas OTT.
¡Hola! "Excelente análisis de la transformación del sector audiovisual. La irrupción de las plataformas OTT ha revolucionado nuestros hábitos de consumo, pero ¿cómo crees que evolucionará este panorama en los próximos años? ¿Qué papel jugarán tecnologías como la realidad virtual y aumentada en la experiencia audiovisual? ¿Y cómo se adaptarán las empresas tradicionales a este nuevo escenario? Yo disfruto del IPTV PREMIUM que me sirve para estas labores.
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