lunes, 20 de julio de 2020

Altavoces inteligentes, los cibermayordomos del hogar digital


La inteligencia en el hogar implica conectar los distintos dispositivos domésticos –luces, termostatos, cámaras de seguridad, electrodomésticos…- a través de una plataforma, de forma que puedan ser controlados por el usuario a través de una app o bien por medio de la voz. En este sentido, el altavoz inteligente puede llegar a convertirse en ese nodo que recibe las instrucciones a través del habla y que se encarga de ejecutarlas. Podría convertirse en el mayordomo de la casa inteligente.

Aunque estamos hablando de un mercado todavía muy verde, algunos estudios han detectado que los altavoces están empezando a desplazar a otros dispositivos a la hora de realizar determinadas funciones. Una encuesta sobre usos de la tecnología, llevada a cabo por Accenture, ha detectado que el 72% de los poseedores de altavoces está utilizando para menos actividades sus smartphones, hasta ahora los reyes indiscutibles de los dispositivos. En concreto, el 53% de los encuestados realiza menos llamadas de voz, el 50% escucha menos música en el móvil y el 47% utiliza menos el calendario y la agenda. Un dato muy relevante de este estudio desvela que el 94% de los dueños de altavoces afirma que la elección de compra de cualquier dispositivo inteligente para el hogar se verá influida por la facilidad de integración con su asistente de voz.

La estructura de la domótica reposa sobre cuatro capas de tecnología: conectividad (redes, protocolos, infraestructura cloud, routers…), apps (aplicaciones y plataformas), datos (almacenamiento, agregación, integración, procesado, análisis, business intelligence…) y dispositivos (cámaras, lentes, sensores, microprocesadores, objetos conectados…). En el último epígrafe estarían incluidos los altavoces inteligentes.

Dentro de este complejo ecosistema del hogar inteligente, los asistentes son firmes candidatos a convertirse en la principal vía de acceso al control de todos los elementos y de todas las funciones automatizadas de una casa. Un estudio realizado por Strategy Analytics, entre consumidores de Estados Unidos, Francia, Alemania y Reino Unido, reforzaba la teoría de que las personas se encuentran cómodas controlando con la voz los dispositivos de su casa: menos del 10% de los encuestados consideraba que resultaría extraño interactuar mediante el habla con una máquina, y menos del 5% pensaba que esta sería incapaz de entendernos.

En general, el uso de altavoces inteligentes para realizar las funciones domóticas más avanzadas es incipiente. De acuerdo con la encuesta, los principales usos que le dan los usuarios son, principalmente, el manejo de la televisión (es decir, que lo utilizan como un mando a distancia de lujo), el control de la iluminación eléctrica de las estancias y el vídeo por streaming. Solamente el 17% de los usuarios los utilizan para controlar los termostatos inteligentes, el 15% para gestionar las cámaras de seguridad de la vivienda, y tan solo el 12% para abrir y cerrar automáticamente persianas y cortinas, o para conectar el dispositivo a un frigorífico inteligente.

La consultora OVUM predice que la mitad de la población del planeta utilizará asistentes basados en inteligencia artificial dentro de tan solo tres años, es decir, en 2023. Los altavoces inteligentes probablemente acaben por convertirse en elementos cotidianos e imprescindibles de la decoración de las casas, como lo fueron hace unas décadas los televisores.

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